La Casa do Hospital, situada en la parroquia de Abaças, distrito de Vila Real, data del siglo XVIII.
Originalmente propiedad de la Ordem do Hospital (Orden del Hospital) -a la que debe su nombre-, fue habitada por monjas hospitalarias hasta la extinción de las órdenes militares y religiosas en Portugal (1834).
El primer piso de la casa funcionaba entonces como enfermería, donde las monjas -además de sus tareas espirituales- atendían a los peregrinos que pasaban por Abaças camino de S. Tiago de Compostela, así como a los enfermos locales. También es conocido por su importancia en la asistencia y cuidado de los infectados por la epidemia de cólera en el siglo XIX.
La planta baja solía ser un lugar donde los presos pernoctaban antes de ser trasladados a la cárcel.
En 1911 fue adquirida por João Baptista Gonçalves Pavão y ha permanecido en la familia durante cuatro generaciones, habiendo sufrido varios cambios a lo largo de los años.
La Casa do Hospital dispone de aparcamiento y conexión Wi-Fi gratuitos. Todas las habitaciones disponen de baño privado. En el desayuno podrá degustar productos caseros producidos en la región y, a la hora de la cena, podrá probar (con cita previa) nuestras tapas regionales, acompañadas de vinos del Duero. También le ofrecemos la oportunidad de hacer catas de vino en las granjas de la región. También estamos a su disposición para ofrecerle un servicio de transporte, con cita previa.
"Desde la ventana de mi habitación veo el mundo..."
"El Duero sublimado. La maravilla de un paisaje que deja de serlo a fuerza de ser desmedido. No es un panorama lo que contemplan los ojos; es un exceso de naturaleza. Socalcos que son las pisadas de hombres titánicos trepando por las laderas, volúmenes, colores y modulaciones que ningún escultor, pintor o músico puede traducir, horizontes expandidos...eternos por la armonía, la serenidad, el silencio que ni siquiera el río se atreve a romper...La belleza absoluta."
La disponibilidad, atención y cortesía del Sr. Carlos y su esposa fueron cualidades que nos conmovieron.
La habitación estaba muy limpia y era muy cómoda, con unas vistas preciosas. Muy tranquila. El Sr. Carlos que nos recibió fue muy atento y siempre disponible para ayudar, haciendo la estancia aún más especial. ¡Definitivamente un lugar para volver cuando visite la zona!